Presencias
De las secciones de Patrias, Presencias es la que menos podía prescindir, en su nacimiento, de la voz que nos habla con los ojos que nos calan los más hondos, la del menos igual de nuestros semejantes, la del más presente de los idos, y tan echado de menos que desde entonces no ha estado sino por volver, que no nos cesan de convocar. Esa voz y esa mirada, las de José Martí, se empinaron a la cresta de su modernidad permanente—allá los amanuenses de esa errancia sin raíz ni pr
Hombres mejores, también habrá
Patrias, en construcción permanente como todo lugar, todo devenir, todo destino, ha estado en línea desde el pasado 11 de abril; de nuestras fechas, la más sagrada. Fruto exclusivo del esfuerzo y los recursos, escasos pero orgullosos de la soberanía de su estirpe, allegados por sus fundadores. Abierto a la buena voluntad y las contribuciones de quienes, de Cuba y con Cuba (y mañana, que no demore, también en Cuba), tengan algo más que mezquinas y codiciosas cuentas que ajusta
Ni en los iguales de su gloria
De su muerte jamás regresaremos con toda la luz y las sombras de aquella última tarde entre dos ríos, que no termina. En ella, en la tarde de su sacrificio, en la que su desaparición no cesa de posponerse en la vigilia de su mirada—parecía que el Apóstol— hemos perdurado ya por 121 años, sin desmerecerlo al punto de rematarlo —olivas de alarde y tercerola—, pero tampoco sin parecérnosle al punto de salvarlo de nuestra constante bifurcación en aguas enemigas, enemistadas: la v
mayo y trece
13—. Ya está casi a punto de dar la vida por su patria. Hoy trece de mayo, fiesta de la Virgen de Fátima, Martí apunta en su diario —acabado de cruzar el Contramaestre y cuando se apean en los ranchos abandonados de Pacheco— Aquí fue, cuando esto era monte, el campamento de Los Ríos y al final del apunte, en sucesión poética: Ya está el rancho barrido: hamacas, escribir; leer; lluvia; sueño inquieto. Y forzando la cuerda, hay una mención a Los Ríos que es, o fue, un campament