Fastidio y deber
Incomoda ocuparse de estos asuntos menores forzados al primer plano por el odio y el rencor. Atenazados como están, los odiadores, por la amargura de su derrota irredimible —no por derrota, quizás el más común destino humano, a point of no return, sino porque se obstinan en hacer de ella blasón, festinado, de todas sus frustraciones, confirmación de todas sus equivocaciones, perversión de todas sus obsesiones. Oportunistas de toda ralea, a la caza de cuanto les parezca que pu