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Todas las guerras Carlos Augusto Alfonso

 

 

Textos © Carlos Augusto Alfonso / Selección, revisión, edición y audio ("Rapiña" y "Perros hueveros") © Rolando Prats 

 

 

De El brazo de los sin casa

 

 

EL BRAZO DE LOS SIN CASA

 

Vivo en la calle, los escombros,

dándoles comida a los ancianos.

Cuando vean que pase El Arca de La Alianza

cargada por levitas sacerdotes, salgan.

Salgan de sus nombres,

salgan de sus antros infernales.

Sin tierra, ni heredad,

andaremos camino nunca antes pisado.

No te acerques al Arca,

mantente a distancia de respeto.

Purifíquense porque.

Santifíquense porque

                             mañana

veremos al Señor hacer milagro.

Das el comestible a los ancianos.

Se abre en dotaciones

en fardos que le pasan

a Jacob por delante.

Bargueño te mantiene,

viscosa alabanza de hitita a amorreo.

Del brazo que no uses “ve comiendo”

con la vara florida gomer de maná:

El Arca-brazo nombra a las piedras.

“El arca cuando aquello

se encontraba en Silo”.

En las terminales de mis dedos,

el arca cuando aquello se encontraba en...

nervio que dirime lo sincasa

y es uno el que faena como sucio remero

y hace la propuesta que desdeñaron siempre.

Huída de los nervios de manojo,

de cabeza enfundada partió la comitiva.

Que en el propiciatorio se tocase

la punta de meñiques en triángulo perfecto,

dependía de Silo, su ida endohuella a quejotabernacu.

Me quejo—12 es mucho— a ¿No es La Voluntad?

A falta de más nombres que amasares,

tácito el apoyo en la gadea,

llamo a las mujeres

que tienen por oficio hacer lamentación.

Mar Rojo en Chiquito, Mar de los Carrizos,

de pronto acercaba al escollo,

retiro del escombro dándome de lado.

Piedra 12 delega: Menuda ancianidad.

Mar Rojo en Chiquito, Mar de los Carrizos,

con toda tu herbolaria, tu verbo y tu Yahveh

sincasa he cruzado un río en seco.

 

 

JOSÉ ZAFNAT-PANEA EN FORMA

 

Mi nariz garabato /ganchuda/ judeiforme,

—Rufina— dice ru-fiana, del farallón echar

plácido peinetero janleticoemorón

rodando la pendiente hasta que desa-afine,

brillumbe obertgruppen,

no vuelva a preguntar si fui al ahogamiento,

ni qué le aconteció al prestamista

porque vagón del Lumet no le va,

y luego se arrepiente y toma un chucho.

Ayuno prolongado se lo dedicaré a José

(un cenicero en forma de mano).

 

 

PRENDA JUDÍA

PUERTA 1. CUENDACO DE ALFRED JOLD

 

Porque perro de prenda a un cementerio /profanado/

prenda judía /en palo/ puede entrar.

Para hacer lo que sea por la misma rupiera que te paga

con tus luchas internas conclusas para sentencia,

otro vergel que "empieza" por sentirte llegar.

Otro que mueve el rabo /árbol seráfico/

que me huele y me deja /soy un hombre/.

 

En el reparto Lima hay un cementerio

y en el reparto Escala hay un cementerio.

Es chapado a la antigua, cara de yonofuí,

y te desarma en las cameras.

Insaid de personales enterradores,

mientras te desperezas en las cunas

vienen con argumentos —muy endebles—.

“El mar es el certón, busca tu médano,

si un mberguer te dice Mardoqueo;

y en adelante cae link-in de todo,

buscas una carreta / para llevarte al mar”.

Perro te dice / Embuao/ silencio, no te hables,

trayendo tu papiro pa’cambiarlo por algo repelente…

yo te daré comida si la quieres ¡una! de veintidós…

comedor impertérrito, coreano,

para que desencarnes del eléctrico.

 

 

 

 

MUTILACIÓN DE UN ARANCEL

allá en la Jata

siempre hay

en cuclillas

frente a una matica

dos galleros

huesudos

más blancos que el papel

velando un jerezano

no hacer más por la vida

picar las guindalejas del cordaje

amarrándose y más

tinta que mancha la uña negra

rojo cogote entre las manos

busca un ganador que se revele

como su ley distributiva

es la Ley del Talión

puedes pasar al año y es lo mismo

lo mismo con lo mismo

 

 

 

EL OJO DE HORUS

Ya príncipe eviterno la tiniebla

—que Horus verifica y Ser corrobora—

descanso en las arenas.

Poniéndome sus lentes en dirección de Anpet

no solo veo volar sino que vuelo

y soy a las alturas de esta playa

monarca deificado Sejer remu

quien hace la función de Se Qet hra.

Discándole—discándome—ojo vago

se me proclamará en el horizonte,

halcón de numerario elegirá

el ojo que perdí—guerra de Horus—,

marcar una distancia

coger el equilibrio

y seguir

dejándoles

arena propulsada en el corredor.

 

 

 

RAPIÑA 

 

Mi semejanza con el abarcado por la llama salta a ambos extremos si me desbalanceo y dejo de jurar al combatiente celestial corte de sacrificio dejo al seguidor niño se trepe a acomodarse y enrarecer el aire en la medida en que se le transporta su orden de falso avistamiento en hombro disfuncional de Mirit a diez pasos de Ra enterrador de objetos insuflables bien saben si has cantado con anades sin voz ya

 

 

 

RAPA

 

Me llaman el perfecto que las manos une favorece bandeo del Señor Bicorne encuentra la puerpera oscuridad entra en su muelle consolidado lejos de balanceo valiéndome de efluvios caigo me demoro en caer por qué desconfían del que pone grilletes a lo ignoto recorre penitencia y no era nada que muestres tu fase vegetal que pronto aminora panorama de ataque a sub-divisiones transversales en inhóspita cuerda arma gratitud al punto de parecer moldeada que aflora bajo tierra que viene sobre agua y avanza en estrellas con toda desplazada humanidad de cuajarones vivos despiertos por Amenkis en su carroza mal decorada y en su mansión de firmamento recordando al Bicorne que en una cacería veda antes que resulte llenarse de costuras con obediencias que otra pasaría por alto palacio resanado enemigo congénito y espurio sin la solución rebujitada concha reabierta apenas huevo admita nadar entre cautivos es lo que me separa hogaza mal hinchada para esta y aquella en cuerpos de reunido bicorne y pertrechado organismo de ensayo y lavador en aras de Al Madire de lo que no se hable teniendo mancebía en trazo apalancar con aleta menor plana mayor tanto surgimiento desvía ingratitud hecha de resina en mi natrón si dádiva recurso de reserva juega de verdad a la condena contra insensatez que no se olvida hizo por momentos vigentes supresiones audaces oculta ambivalencias en su trigo en celajes relanzados como si condujera mares de codicia de un sentado pidiendo liberarse de vértigo e iniciándose clima de hostilidad espacio reducido que limpian con mi cuerpo que levanto acosada a mi costado siniestro y me pongo ya en pie marcho sobre silla del que nombra en costado mi choque con poderes sin caras aparentes que va y pone otra serena separando sustancia en la pared más de lo suyo y su furia arenisca en la flores collera alrededor de cofias de escritura   ensamble con argolla de risa inveterada Perfecta que no tiene cosquilleo mi ave con ponerse entre su posesión y el atavío diga a realzar otorgue aire y no se le conceda territorio muestre el surgimiento de una ciudad antes que camino a quienes interesa esté dispuesta a recorrer casa en paradero ataque cupertero sugiriendo menguante amenazar

 

 

 

POLACO DEL VIOLÍN

(dostoievskiana)

Polaco del violín está alquilado.

Él sigue a su juerguista rasgando alegre fulla.

Conversa con su agente de Aguas Negras

de “solfear de cirílico en desgracia”.

Melodías se hacen más animadas y ruinosas,

cada vez que se digna, siente-evoca

“que blanca la nobleza nada cultivará”.

Si fuma de narguile, sonsonete

de anginas peteneras, Santa Sede,

su arco va al estuche, el estuche se guarda.

Estuche samovar, estuche figle

encierra a “de violín” estuche viola.

Amen de una rebaja inexplicable,

prestarse a confusión es la delicia

de todo acompañante aventurero.

Su doble ejecutar “venido a menos”,

su flor correccional en la solapa,

indica al parecer más reducciones,

un mérito aislado por "buen comportamiento".

Guarnerius de Cremona concertino y ripieno

un mes a cinco kópeks, una hora,

hasta que otro interno muestra a su familia

los reos denunciados por el juerguista.

 

 

 

 

 

HIPÓSTASIS DE ARCANTÉS

 

Bien educado para hacerme sentir bien,

desde una larga estirpe con vocación referencista,

me recibió el bibliotecario Bretón de los Herreros.

Trimorfo pensamiento barbelita

del Codex Ephraimi –rescritus—,

su tan insoportable Hipsifrones

que folia astigmatista en facistol de miope

con lente Herbig-Zaro, extirant del Amadis,

“lo príncipe” de rollos —y de royas—,

la sancho cannonjía,

la génesis hermética de Asclepio y Escobeo.

Precinta megaduque y “se momea”,

con cede en telescopio altazimutal

de quesos malolientes y escribanos,

les debe repetir el episodio convu

“La Kenningar de Islandia Borgería

compendios y compendios y tratados.

Su boca precintable, su habla golfa

a la galactorrea universal sin lomo:

“Aguántese del carro miconsorte.

Prevé Serveying Transit que le baje

mi-Inferno-Cavalcanti-Expedición”.

 

 

MEA CULPA FARADIO

Ya no tengo lugar en tu cabida,

castra la colmena suelta en pajonales,

veo luego en el bosque producido por

combustiones remilgas de obsidiana

retén acelerante estrógeno aljamiado.

Limpia guardería étnico Pan.

Es Parra, su jaspeado le siniestra.

Una botella rota, lente quema,

pirómano responso de bandullo,

abrojo de baobab,

fin de tu pinar en dacha de retinas.

Propaga el macizo casquivano carbón no vegetal,

la palma corcho, clima seco de mínimas actuales,

hermano por perdido achiparrado.

Está irreconocible, verdad que propagó

impide se le extienda a verde secante.

Yogui gelatina dentro del mar,

bomba de racimo sale de mi cuenco

consume que consume este follaje.

Deja de buscar, guarda silbante,

a mi incorruptible Fumadeus,

fenómeno biliosointencionado.

Se adentra en tu maleza Fuegopiero.

Suelto mi incendiaria lengua faradio.

 

EN MI VENTANA LOS TUERTOS DE LA HISTORIA PARAN EL ECLIPSE

 

                             Ellos tienen gran impaciencia de irse con Odín a ver su sala

                             un lobo se ha encadenado a la puerta de occidente

                             y un águila se cierne encima.

                                                                     Las Eddas: Poema de Grimmer

 

Aníbal Cartaginés cruza pantano, su odio contra Roma

sobre los elefantes es Dios Sabe.

Camoens y D'Annunzio dos poetas, con acciones extremas

combaten y combaten sin la voz.

    Y en todas las cruzadas hay maestres.

 

Raimundo de Tolosa

     

Guillermo de Sonnac monjes guerreros.

 

La Éboli princesa Palacio a una descalza, morbideces.

El Almirante Nelson Con una escuadra blanca—Lady Hamilton—

                                  a un italiano ahorcar: el mástil dentro.

Teddy Roosevelt El “héroe” de La Loma de San Juan me pide

                                  que no entre a mi Santiago.

 

Gordon Banks El mejor portero del mundo y

 

Tostão sin la córnea que es “El Pelé Blanco”.                                                                                

y Jean-Marie Le Pen Mucho paracaidista para un corazón.

                                  Entre los asesinos que van como                                                                 

                                      “adelantados”.

 

Pánfilo de Narváez                                                                                                       

 

Diego de Almagro   llegan con Generales enemistándose                                                                    

                                 con todo y con todos:

 

Antígono General de Alejandro, apellidado El Cíclope;

                    en combate de Ibso ahora putrefacto.                                                                             

 

Quinto Sertorio Guerrillero, también se contrarroma.                                                                              

 

Blas de Lezo Marino y brigadier limpiando                                                                                

                                                             mis batientes de piratas.

 

El General Potemkin                                                                    El príncipe que fue un acorazado.

 

Kutuzov                                                                                 Perdiendo Borodino o viceversa.

 

Massena                                                                          El napoleónico “Niño de la Victoria”.

 

Von Neipperg                                                              Morganático, buscando coaliciones contra “N”

                                                                             resuella que retiene a su emperatriz.

 

José Millán Astray                                              Gritando ¡Viva La Muerte,

                                                                   Muera la inteligencia!

 

Gustavo Leigh                                          Pinochetista, ordena bombardearme La Moneda.

 

Coronel Stauffenberg                           (El Conde) que le explotó una bomba

                                                    a un führer en un bunker.

 

Moshe Dayan                            El Lobo anacoreta. El Sembrador.

                                           El Ovejero del Decálogo.

John Dos Passos               En transfer a Manhattan.

Samuel Johnson          Con viejos diccionarios “razonados”.

 

Ray Cooder                     Con su “Vista” y su lata

                                           de harina con boniato.

 

                                                Y entre los directores:

 

John Ford                                      (La Pasión de los Fuertes)

 

Raoul Walsh                                  (En el Viejo Arizona)

 

Nicholas Ray                                 (Llamad a cualquier Puerta) y el

 

Fritz Lang                                      de Metrópolis.

                                                                                Todos

 

tuertos

 

autorizados                                    muy recientes.

Cuando un total de Sol                    es 6 minutos,

y parciales de Luna                         cinco y seis,

una seña que hacen                        me prolonga.

Cuando me interseccione

cuando me interseccione                  en anulares

cuando vuelva el oscuro

cuando no esté presente

                                                     seguiré.

 

 

 

 

 

De Todas las guerras**

 

 

DALITS

 

En pueblos endógamos, en los pasatiempos de la Casa de Laca,

los poetas no son los sacerdotes que nacen de la boca de Brahma.

No salen de su mano al abdomen.

No aparecen echados a los pies de Brahma.

Ni políticos graves, ni rectos militares,

no son los comerciantes artesanos

que a la larga se saben quemadores de etapas.

Después de su pasado, los persiguen a gritos como randas.

Son ilotas, son parias, maestros sin oficio,

homicidas de reses que renquean, llegadas de calor abominable,

su ante-nacimiento en sitio equivocado,

los brahmanes los tratan como deyección.

A esta capa bubónica,

el escalón más bajo,

a estos sin colores,

que por tanto y por ello en un río de dalits nadie se baña,

combinación maléfica «no auspiciosa» de dos o más planetas

a la hora del bregar cada cual por su lado,

aquí no se los llama “intocables”. Aquí nadie reencarna.

Impuro se renace, sin casta y sin menaje.

Impuro y más que impuro, sin casta, sin higiene, sin menaje,

trabajo sobre ti por la comida —carne de cerdo y águila—

por mí no pase el tiempo del amor.

 

 

TODAS LAS GUERRAS

 

De qué voy quejarme si no es de mí,

ya se me ocurrirá.

De Kooning me ha alterado. Sé de nacimiento la razón.

Vi a un tipo golpear a un hombre de goma con un registro.

Herman Jacob Mankiewicz, 

guionista de “El Ciudadano”,

harto de vigilias apeninas,

ebrio como siempre viene cavilando.

Guarda en su pesebre palabra «Rosebud».

“Cae de su mano, en lecho de murano, un cristal de nieve”

no era la sibila por estos fanguisales.

Hombre de goma golpeado con un registro.

Exprime guarapera sin trapiche “orden hermética”

brazos de famélicos fustetes.

Órgano Jacobson Mankiewicz

sirve entumecido «Rosebud»

en vaso plástico tornasolado trapichero.

Y no solo te habla en enoquiano apocalíptico

sino que —para colmo— sabe escuchar.

 

 

LESSHOME HOMELESS 

 

En el parque Martí hay unos homeless.

Despiertan con albores en las gradas

en lucha permanente por cartón heredable.

Se amañan con bombonas de la friega,

“sufriega universal”, que en

sí no son azules sino verdes.

El primer lavatorio jerarquiza

parte de familia “que al Señor debería”,

harto de lo nunca ver el circo Roma,

donde apostador es parlamentario de bicámara.

Da los buenos días de amenaza

y por desayuno un rotundo componte,

desaloja marquesa realengo, te vas.

A las Ocho dispersos con sus cheles

en rutas deplorables de embajada,

homeless difuminan en bancales,

loca institutriz del martes negro

que volatilizaron en cocteles…

en calles de la bolsa y aún después

vueltas a la pista, etéreos paquidermos,

esquivos, samaniegos, parametrados y cagados,

en sobre-educación más sensiblera

con monitos rosáceos

muriéndonos de miedo por la vida.

 

 

MATEN AL CONSULTOR

 

Escuché a un por-dios-cero

decir que uno de ellos

había comprado con muy buen tino el 78.

Con todo lo abrasivo y lo trigueño:

¡El 78 de to’ el mundo!

De Chirico partiendo y Miguelito,

la muerte de Aldo Moro y Mikoyán.

¿Quieres que robe un monte de piedad?

¿Entonces me creerás?

Compré el 78, no en la bola.

Año 78 de todo el mundo.

A quién se lo compré,

me matas y no sé.

¿Quieres que rectifique?

¿Error de Miguel Ángel en

la pantorrilla de alabastro?

¿Entonces me creerás?

Bah Bah No No. Pamplinas No.

A ver ¿qué rayos hacías ese año?

Aparte de beber.

 

 

 

PERROS HUEVEROS

Pol Pot, Ieng Sary,

y sus parejas sentimentales

pasean por los Campos Elíseos,

forjando en la conciencia comunismo infantil.

Futuros genocidas, Jemeres Rojos,

de urbano a suburbano, de agrario a reeducado.

Pol Pot, Ieng Sary, y sus parejas sentimentales

yerran por el campus, cotillean

de Indochina francesa, misioneros lívidos,

ahora obnubilados, contemplando bastillas.

Leziniana, no ya un Jacinto Castañeda, un Ignacio Delgado,

al Louvre panaceas de Petit Pignon.

Polpota anti-yanqui, Sary anti Viet-Cong.

Del Paris partisano

“grupo de estudio” vuelve

polluelo antigregario a su nidal.

Aún no colectores de niñas calaveras,

de un Voltaire que era niño,

no son ni por asomo lo que serán.

Creando, confinando, configurando ciencia,

esbozos en ropones de su hambrunasofía,

tal vez inapetencia, tal vez no,

maestro y gran maestro del no quiero saber.

 

En estudios recientes la muerte salesiana:

Pol Pot, Ieng Sary,

morir en angarillas sin pagar.

Pol Pot, Ieng Sary,

y sus parejas sentimentales

pasean por los Campos Elíseos,

forjando en la conciencia comunismo infantil.

 

 

 

SECUOYA

 

Para jefe cheroquee: Secuoya.

Para etnia amazónica: Aldo pai.

El sol, poste de enganche, cobra sentido

para los mamposteros pachacuti.

Brotes a la sombra de longevo Inti wana,

los sobrevivientes, los añosos.

Entre California y Oregón, agua de un arroyo se retira,

mide sus enfadados, se abarranca.

Helecho Redwood Sorrel “Mustia Bejines”,

en tronco “desprendido” de Iluvatar marchito

provee de su hábitat al búho “spotted”

a nivel federal amenazado.

Con el Marbled Murrelet, especie gigantesca

de sequoyas arcaicos y remotos: Hiperión, Mendocino,

Sir Isaac Newton, General Sherman, Titán del Norte,

no haces otra cosa que recordar:

eres uno más de “lo que quieren es oírse”

que disfrazas tu miedo con palabras vacías,

farfullas a dios látex, apenas te bordea,

vuelves donde frisa la hoja muerta

el dolor caricioso de los perdonavidas.

Una vez que lo matas —matas el diente—

te lo extraes y lo pesas:

eres una carga para el sistema.

Leído por Rolando Prats

Leído por Rolando Prats

 

 

 

LA CUBA DE MESMER

 

En medio de la sala entrona la cuba, 

con botellas magnéticas de agua. 

Lecho vidrioso con limallas asoma barra fija

que todo malo crónico debe empuñar-aplicar.

Friedrich Mesmer, nacido en Alemania Berlín Milocs.

Después de separar

corte de lo milagros de la corte,

cubas individuales de la cuba,

sentado al clavicordio,

como los charlatanes de Hamburgo,

entra ceremonia por desmayo cipayo

solos y más solos,

dedo curandero les induce

parte de alionín a picotear la teja.

Para celeridad de sus baquianos,

lluvia que le anuncia no cae “suena”.

Dedo tele-gráfico,

bueno para nada “tú y yo tuve”.

En los declives altisonantes

coro le grita ¡Juega Mesmer!

Juega a la charcute, cachaturiamoly,

guiñol de humanidad, lengua tropel,

exime a sus cuberos de contestar.

Piensa se termina-cierra el piano.

Después de cargar agua (con mirada)

—afecta su instantánea acción y virtud—

Nos saca del apuro té de hilo,

tecla pirotecnia en cuestión,

de asbesto individual postizo al cubo,

tecla peli-rosa intocable

hace de espadero comodín de brocas.

Desploma a-tonales,

techo le gradúa lobotomía in-doria,

pantalla ejecutiva le fracciona

esfuerzo decisivo

billete de cien voltios —uniforma—

festón de lo muaré en traje de estar.

Con la venia, congenia de la sala,

guerra lúdica deja en carricoche

al bueno agradecido de su rigor mortis.

 

 

SE ALISTA ESCALIGERO

 

Alonso Álvarez de Soria, tuerto ejecutado

por sátiras e injurias al señor del castillo

Bernardino de Avellaneda que tuvo autoridad

para llevarlo a la horca sin juicio previo

pese a las protestas populares,

según las alusiones de contemporáneos

su obra se confunde con Góngora y Quevedo,

fue el inventor del verso Cabo Roto,

que a la postre utiliza para aguijonear,

en alusión directa a bravucones

que presumieron de valientes

y fueron desmentidos por sus pueblos.

Deja de pronunciar última sílaba.

En Triana le achuchaban los hampones.

Alza “corto punzante” contra Lope

cuando este le envía manuscrito de El Peregrino

para que lo aprobase un Juan Alguillo.

Añado escaligero a mi lista de tuertos “sevillana”,

afilo burlador a mi destrone.

Un Quevedo lo asume y Góngora se aleja.

Estoy en andaluces que andan su cadáver.

estoy en el “tirador” Juan de La Cueva,

que intercedió por la vida del sentenciado.

 

BLIND MAN OF ALABAMA

oigo el goteo del agua subterránea
amplificada por los viejos drenajes
fuerza hierática hacia alineaciones
movie sine die agrio mosto
en la oscuridad perimetral
muesca de la noche
si la noche –franquicia–

luce portadores
sin el panamá
como tocado
llena de justicia
el estamento
llena de verdades
espero que a una boca

 

*Carlos Augusto Alfonso, El brazo de los sin casa, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 2016.

**Inédito.

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