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Foto de la ilustración de fondo © Rolando Prats (2016)

Con Omar Pérez en Sao Paulo (un año después) Rolando Prats

                                                                                                     

Te prometieron una ley                 

                                                                               O la prometes                         

 

Omar Pérez, “Integridad de cartón”                     

 

Se cumple por estos días un año del paso de Omar Pérez (La Habana, 1964), poeta y músico, ensayista y traductor, Premio Nacional de la Crítica (2002) y Premio de Poesía Nicolás Guillén (2009), por Sao Paulo. En esa ocasión, Omar fue invitado a la quinta edición de La Garçonnière, organizada por Vanderley Mendonça y Luciano Costa Ruas, en Estúdio Lâmina, galería de arte y espacio experimental, donde Omar presentó ocho de los poemas que, antes y después, ha llevado a otros lugares, públicos o privados, organizada o espontáneamente, acompañándose del cajón, su instrumento de elección.

Presentar, pero sobre todo acompañarse, incluso poemas—de ningún modo podríamos llamar textos estas piezas que hasta ahora no hemos visto, que probablemente no veremos, escritas o publicadas con esa intención (no de la mano de Omar)—son imprecisiones forzadas por la propia novedad, si no en el arco mayor de la historia de la poesía cuando o dondequiera que esta se haya practicado o ejercido con conciencia de sí —en este caso, se trataría más bien de lo contrario, no de novedad, o al menos no de novedad con fines experimentales, sino, si acaso, de re-inserción en una larga (que no vieja) tradición (la del bardo, del latín bardus del galés bardd poeta músico, o mejor, palabra hecha su propia música, desde sí misma, como hace Omar) para su re-enarcación: literalmente: re-ocupación del espacio; ni siquiera o primordialmente para su renuevo—; si no en la parábola de esa tradición, sí en el contexto de su abandono, o su relegamiento, por prácticas en que lo contemporáneo, o lo moderno y sus derivas satisfechas, se arroga derechos de permanencia por el cumplimiento de otro destino más, transitorio.

El cajón, en manos (y en voz) de Omar, es a estas palabras incluso más de lo que la página o el libro o la grabación en cualquiera de sus formatos es al verso escrito, publicado: no solo o mero soporte físico, o acompañamiento de fondo, sino interlocutor natal de sus propias coralidades, con derechos iguales, por compartidos, de soberanía.

Escuchemos, entonces, a Omar, como si leyéramos en el aire la partitura de sus mantras acumulándose, desistiendo, finalmente rindiéndose, entre la lucidez y la humildad, a la elección de la finitud allí donde la sobreabundancia no solo empobrecería sino que además degeneraría en mera impertinencia (palabra del poeta, word, que es buhardilla, pesadilla, cascarilla, escalerilla, barandilla, paraíso, compromisopoesía que es el arma, el arpa, el herpes de la revolución), pero sobre todo escuchémoslo, en estos tiempos de incivismo de buenos modales, forma superior de la incivilidad, en estas edades de moralidades ad hoc, selectivas, pasar del mantra al edicto, de lo lúdico a lo impúdico, de lo iterativo y analógico —con la misma espuma se hacen las canciones, los poemas… es la misma espuma la que pone bruma en el filosofema—, del edicto al mantra, al edicto-mantra, de la libertad como entropía al conocimiento de su necesidad como liberación que no se agota:  concibe tu problema con una sola ley teñida de infinito que dice lo que dice y lo que dice quema. Infinitud de lo uno: sol que te alumbra y quema, que te abraza y abrasa. Escuchemos a Omar construir(nos) una casa en el aire, una intemperie por alfombra, entremos en ella, no de oído, sino por el oído, con los oídos abiertos. Oídos que habrán de ver. “El que tenga oídos entrará en la casa. Llegará sin nada, vacío como la casa. Entrará sin ojos. Sus ojos, serán los de la casa.” [1]

[1] Rolando Prats, Sin Ítaca, Ediciones Catalejo, Miami, 2004, pág. [68].

***

 

La première del video Omar Pérez @ La Garçonnière tuvo lugar el 20 de enero de 2017, en la galería de arte La Marca, en La Habana Vieja. La obra fue dirigida por el artista visual Joao Krefer y producida por Tatiana Faria e Idalia Morejón Arnaiz, bajo el sello editorial Malha Fina Cartonera, de Sao Paulo.

 

Omar Pérez @ La Garçonnière:

Dirección, fotografía y edición: João Krefer / Sonido: Victor Mendes / Producción: Tatiana Faria / Proyecto dirigido por Idalia Morejón Arnaiz y coordinado por Tatiana Faria.

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